Nuestros niños necesitan ser evangelizados, ser salvos y discipulados, entrar en una relación estrecha con Dios y su entorno.
La formación del niño debe ser integral en sus cinco área: Espiritual, mental, emocional, física y social,constituyéndose el hogar, la Iglesia y la instituciones educativas los pilares de   esta formación.
Los niños y adolescentes son necesarios en el presente y futuro de la Iglesia y la comunidad.
Los niños y adolescente son aptos para ejercer lo diferentes done y ministerios al servicio del Señor
El trabajo con el niño el adolescente también incluye la   Familia, por tanto la Iglesia   debe   Involucrarse